El aceite esencial del árbol de té y eucaliptus posee un efecto antiséptico triple: actúa contra las bacterias, hongos y virus, además, es antiviral, cicatrizante, balsámico, antiinflamatorio, expectorante, digestivo, desodorante neurotónico, estimulante y regenerador de tejido.
Para las vías respiratorias ayuda en la tos, congestión bronquial, anginas, etc. gracias a sus propiedades antivirales y antibacterianas.
Es inmunoestimulante. Promueve la salud de la función inmunitaria.